COMENZAMOS EL NUEVO CURSO CON EL VALOR DEL ORDEN
El Valor del Orden en
los niños
El Orden es
un valor que:
·
Proporciona
confianza y seguridad y aumenta la eficacia en nuestras vidas.
·
Es
necesaria para el óptimo desarrollo del niño y debe comenzar con su vida, en
aspectos como el horario de las comidas, las horas de sueño, el aseo personal,
el juego, etc, lo que normalmente conocemos como rutinas.
·
Este
valor, además, facilita la convivencia
familiar.
·
La familia tiene que ser la primera en vivir
los valores que quieren fomentar en sus niños ya que éstos lo captan todo, "una
imagen vale más que mil palabras", el ejemplo es el mayor potencial en la
educación de los niños.
Para educar
en el orden podemos utilizar de forma ordenada y secuenciada las siguientes
consignas:
·
Recojo
mi ropa y la coloco en el cesto de ropa sucia.
·
Ordeno
y guardo mis juguetes o mis libros después de jugar o estudiar.
·
Ayudo
a tender mi cama o hacer mi cama.
·
Ayudo
a poner la mesa.
·
Tiro
los papeles a la basura.
·
Me
lavo las manos cuando están sucias y antes de comer.
·
Cepillo
mis dientes al levantarme y después de las comidas
·
Mantengo
mi cabello limpio y bien peinado
Podemos
trabajar en casa el orden en:
• Juguetes:
Cada tipo de juguetes tiene su sitio: todos los coches en un baúl rojo; las
construcciones en sus botes; los cacharritos de la cocina en un baúl amarillo.
• Ropa:
podemos ordenar su ropa ayudados por ellos. Ellos pueden opinar y nosotros
guiar y enseñar. Así serán conscientes de que su ropa también tiene un orden
lógico. Primero, los pantalones, después los vestido y las faldas. En un cajón
las camisetas, en otro las sudaderas, etc.
• Colores:
Por ejemplo, los lápices. Es bueno que se acostumbren a meterlos en la caja,
ordenados por colores. Disfrutarán con ello.
• Libros:
Ordenar con ellos los libros según el tamaño, colección, etc. y que sean ellos
los que decidan cómo hacerlo, según la edad.
• Lectura de
cuentos: A través de cuentos leídos o inventados, donde podamos hacerles ver el
valor del orden.
• Cadenas de
suceso: Son muy eficaces con estos pequeños, las acciones repetitivas,
constantes y sistemáticas, con un orden prefijado, como por ejemplo, antes de
acostarse: bañarse; ropa sucia; en el cesto; cenar, lavarse los dientes, leer o
que le lean, dar un beso a papá y a mamá, rezar y apagar las luces.
• Horario:
Desde que son bebés, se puede intentar dar cierta regularidad a los horarios de
comida, a las horas de sueño, a los paseos, necesidades fisiológicas, etc.
Tener un orden en el horario le proporciona seguridad: saben qué viene después.
Crea rutinas y las rutinas, hábitos.
PARA PENSAR
• Alaba
siempre a tu hijo. Hazle ver que te sientes orgulloso de sus logros. ¡Juega y
ríe con él! Pero sin dejar de exigir en el orden.
• No te
obsesiones por el orden hasta tal punto que te produzca ansiedad y que estés
continuamente persiguiendo a tu hijo. Basta con dedicar un tiempo, por ejemplo,
antes o después del baño de la tarde.
• Si de
pequeño le enseñas a ordenar el cuarto, de mayor sabrá organizar su vida.
• Recuerda
que tu hijo te debe ver que también tienes tus cosas ordenadas.
• No se
llama orden cuando se recogen las cosas al azar para quitarlas de la vista, sin
colocarlas en el sitio que corresponde a cada uno.
• Es bueno
pedir a tu hijo que te ayude a ordenar o recoger en casa: la cocina, el lavaplatos,
el cuarto de baño, los cojines de los sillones, etc…
… Y ACTUAR
Cada vez que
tu hijo por propia iniciativa haya ordenado (o al menos intentado) sus
juguetes, los libros, los colores, le pondremos una estrellita de color en la
frente, o bien, en una cartulina de papel. Al final de la semana haremos
recuento. Si consideramos que ha ordenado más veces que menos, podrá recibir u
pequeño premio: un postre, una actividad, etc…
______________________________________________________________________
Nuestra reflexión para mayo
Este mes queremos empezar con unas palabras de Einstein
"La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado el regalo".
Albert Einstein.
Con LAS TRIBUS queremos ofreceros el gran regalo de educar a vuestros hijos a través del asombro y la creatividad, pero para ello tenéis que echarnos una mano; nos gustaría hablaros de algo tan simple que seguramente habréis vivido en cualquier situación
con vuestros hijos, como es el asombro que tienen por aquellas cosas o experiencias que viven por primera vez, y en muchas ocasiones ellos no buscan ninguna respuesta, sino simplemente se quedan admirando esa realidad con asombro que es su motor para la motivación,
maravillándose y aprendiendo de ello; por esto, no debemos de "quitarle" su asombro, sino fomentárselo para que sientan el deseo de aprender.
Según Tomás de Aquino, hay dos fases en el conocimiento: la primera es el descubrimiento y la invención, y la segunda, la disciplina y el aprendizaje.
Otro aspecto muy importante es el consumismo, que mata el asombro del niño, saturamos sus sentidos con todo lo que quiere y no le respetamos, ya que destrozamos su capacidad de elección y no le dejamos desear las cosas dándole todo o casi todo lo que
pide, con ello le estamos enseñando a pensar que todo le es debido, pero peor aún, que las personas tienen que hacer lo que ellos quieren que hagan y sus caprichos se convierten en órdenes y cuando esto se da, se convierte en frustración y nos hace sentirnos
muy mal y pensamos " ¿qué le pasa a mi hijo, si se lo he dado todo….?",efectivamente le hemos dado todo lo material, pero no le hemos enseñado la virtud de esperar una recompensa, de imaginar si tuviera esto… haría…, etc. y de lo maravilloso que es que te den
una sorpresa, de ser agradecidos por lo que se les da y ¡cómo no!, por asombrarse por todas estas experiencias y desarrollar su mente intuitiva.
Y os invitamos a reflexionar, ¿nos merece la pena?...
28 de marzo de 2014
Coaching para padres
“Fomentar la autonomía en los niños y jóvenes
en casa”
Algunas de las propuestas que el «coaching» puede
aportar en la educación de los niños y jóvenes son las siguientes:
—En primer lugar, los padres o cuidadores deben asumir que son esos líderes
que sus hijos reflejarán milimétricamente: su comportamiento, por tanto, debe
calcar sus palabras. No tiene sentido adoctrinar a nuestros hijos en las
bondades de nutrirse saludablemente si nuestros propios hábitos son cuestionables.
Los niños aprenden por imitación no por sermón.
—Fomentar la independencia de los niños. Estirar su «zona de confort»
invitándolo a tomar decisiones con un riesgo calculado y su posibilidad de
fracaso. No consiste en prevenir que se lastime; consiste en mostrarle que,
tras llorar, lo siguiente mejor que puede hacer es aprender a levantarse solo,
sacudirse el polvo, y continuar jugando.
buenos consejos para los padres
—Aprender a celebrar el logro y a analizar el no-logro. Para ello
se le puede preguntar qué ha hecho (o dejado de hacer) que pudiera haber
incidido en el resultado que ha recibido; y qué podría hacer diferente la
próxima vez. Y quitarnos de en medio.
—Escuchemos más de lo que hablemos. Los niños comunican muchísimo más
que las palabras que verbalizan. Aparquemos el móvil hasta más tarde. Si es
urgente, ya llamarán a casa.
—Cuando el pequeño solicite ayuda, si es algo que el niño puede hacer
solo, responder con una sonrisa ‘no te voy a ayudar: lo puedes hacer solo’. Y
ser consistente. Cuando lo logre culminar, eso sí, felicítelo como si no
hubiera un mañana.
—De hecho, ser consistente es crucial: para nuestros hijos, lo que decimos
es la verdad absoluta. Si faltamos a lo que prometemos, enseñamos tácitamente
que no somos íntegros. Algo que, desde luego, no querremos que aprendan.
—Atención a los miedos que, (in)advertidamente, podamos
estar trasladando a nuestros hijos. Los bebés nacen solo con dos miedos
básicos: al vértigo y al ruido súbito. El resto son todos aprendidos por
experiencia y por los que son transmitidos por sus cuidadores y personas a los
que han conferido una autoridad. Nosotros.
El Valor del Orden en
los niños
·
Proporciona
confianza y seguridad y aumenta la eficacia en nuestras vidas.
·
Es
necesaria para el óptimo desarrollo del niño y debe comenzar con su vida, en
aspectos como el horario de las comidas, las horas de sueño, el aseo personal,
el juego, etc, lo que normalmente conocemos como rutinas.
·
Este
valor, además, facilita la convivencia
familiar.
·
La familia tiene que ser la primera en vivir
los valores que quieren fomentar en sus niños ya que éstos lo captan todo, "una
imagen vale más que mil palabras", el ejemplo es el mayor potencial en la
educación de los niños.
Para educar
en el orden podemos utilizar de forma ordenada y secuenciada las siguientes
consignas:
·
Recojo
mi ropa y la coloco en el cesto de ropa sucia.
·
Ordeno
y guardo mis juguetes o mis libros después de jugar o estudiar.
·
Ayudo
a tender mi cama o hacer mi cama.
·
Ayudo
a poner la mesa.
·
Tiro
los papeles a la basura.
·
Me
lavo las manos cuando están sucias y antes de comer.
·
Cepillo
mis dientes al levantarme y después de las comidas
·
Mantengo
mi cabello limpio y bien peinado
• Juguetes:
Cada tipo de juguetes tiene su sitio: todos los coches en un baúl rojo; las
construcciones en sus botes; los cacharritos de la cocina en un baúl amarillo.
• Ropa:
podemos ordenar su ropa ayudados por ellos. Ellos pueden opinar y nosotros
guiar y enseñar. Así serán conscientes de que su ropa también tiene un orden
lógico. Primero, los pantalones, después los vestido y las faldas. En un cajón
las camisetas, en otro las sudaderas, etc.
• Colores:
Por ejemplo, los lápices. Es bueno que se acostumbren a meterlos en la caja,
ordenados por colores. Disfrutarán con ello.
• Libros:
Ordenar con ellos los libros según el tamaño, colección, etc. y que sean ellos
los que decidan cómo hacerlo, según la edad.
• Lectura de
cuentos: A través de cuentos leídos o inventados, donde podamos hacerles ver el
valor del orden.
• Cadenas de
suceso: Son muy eficaces con estos pequeños, las acciones repetitivas,
constantes y sistemáticas, con un orden prefijado, como por ejemplo, antes de
acostarse: bañarse; ropa sucia; en el cesto; cenar, lavarse los dientes, leer o
que le lean, dar un beso a papá y a mamá, rezar y apagar las luces.
• Horario:
Desde que son bebés, se puede intentar dar cierta regularidad a los horarios de
comida, a las horas de sueño, a los paseos, necesidades fisiológicas, etc.
Tener un orden en el horario le proporciona seguridad: saben qué viene después.
Crea rutinas y las rutinas, hábitos.
PARA PENSAR
• Alaba
siempre a tu hijo. Hazle ver que te sientes orgulloso de sus logros. ¡Juega y
ríe con él! Pero sin dejar de exigir en el orden.
• No te
obsesiones por el orden hasta tal punto que te produzca ansiedad y que estés
continuamente persiguiendo a tu hijo. Basta con dedicar un tiempo, por ejemplo,
antes o después del baño de la tarde.
• Si de
pequeño le enseñas a ordenar el cuarto, de mayor sabrá organizar su vida.
• Recuerda
que tu hijo te debe ver que también tienes tus cosas ordenadas.
• No se
llama orden cuando se recogen las cosas al azar para quitarlas de la vista, sin
colocarlas en el sitio que corresponde a cada uno.
• Es bueno
pedir a tu hijo que te ayude a ordenar o recoger en casa: la cocina, el lavaplatos,
el cuarto de baño, los cojines de los sillones, etc…
… Y ACTUAR
Cada vez que
tu hijo por propia iniciativa haya ordenado (o al menos intentado) sus
juguetes, los libros, los colores, le pondremos una estrellita de color en la
frente, o bien, en una cartulina de papel. Al final de la semana haremos
recuento. Si consideramos que ha ordenado más veces que menos, podrá recibir u
pequeño premio: un postre, una actividad, etc…
______________________________________________________________________
Nuestra reflexión para mayo
Este mes queremos empezar con unas palabras de Einstein
"La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado el regalo".
Albert Einstein.
Con LAS TRIBUS queremos ofreceros el gran regalo de educar a vuestros hijos a través del asombro y la creatividad, pero para ello tenéis que echarnos una mano; nos gustaría hablaros de algo tan simple que seguramente habréis vivido en cualquier situación
con vuestros hijos, como es el asombro que tienen por aquellas cosas o experiencias que viven por primera vez, y en muchas ocasiones ellos no buscan ninguna respuesta, sino simplemente se quedan admirando esa realidad con asombro que es su motor para la motivación,
maravillándose y aprendiendo de ello; por esto, no debemos de "quitarle" su asombro, sino fomentárselo para que sientan el deseo de aprender.
Según Tomás de Aquino, hay dos fases en el conocimiento: la primera es el descubrimiento y la invención, y la segunda, la disciplina y el aprendizaje.
Otro aspecto muy importante es el consumismo, que mata el asombro del niño, saturamos sus sentidos con todo lo que quiere y no le respetamos, ya que destrozamos su capacidad de elección y no le dejamos desear las cosas dándole todo o casi todo lo que
pide, con ello le estamos enseñando a pensar que todo le es debido, pero peor aún, que las personas tienen que hacer lo que ellos quieren que hagan y sus caprichos se convierten en órdenes y cuando esto se da, se convierte en frustración y nos hace sentirnos
muy mal y pensamos " ¿qué le pasa a mi hijo, si se lo he dado todo….?",efectivamente le hemos dado todo lo material, pero no le hemos enseñado la virtud de esperar una recompensa, de imaginar si tuviera esto… haría…, etc. y de lo maravilloso que es que te den
una sorpresa, de ser agradecidos por lo que se les da y ¡cómo no!, por asombrarse por todas estas experiencias y desarrollar su mente intuitiva.
Y os invitamos a reflexionar, ¿nos merece la pena?...
28 de marzo de 2014**********************
10 de marzo de 2014
Publicamos una carta de Lincoln por su interés educativo
Un auténtico plan de formación de los jóvenes |
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7 de febrero de 2014 3 de 3
Como propone la profesora Esther García
Navarro, en su artículo “Educar con Inteligencia Emocional en familia”, algunas
de las actividades para fomentar el desarrollo de la conciencia emocional en
nuestros hijos pueden ser:
- La emoción en la cara. Dibujar con los
niños caras que expresen las diferentes emociones que conocen y que ellos
experimentan habitualmente. Estos dibujos, además, pueden colgarlos en la
pared y dirigirse a ellos para ayudarles a expresar lo que sienten en un
momento determinado.
- Imitando emociones. Jugar con los niños
delante del espejo a imitar diferentes emociones, de este modo ellos
también pueden observar cómo cambian sus caras cuando sienten determinadas
emociones. Hay un juego de cartas: Grimaces de Djeco, que a los niños
les divierte mucho y nos puede servir para idear nuevos juegos
de imitación de caras y expresiones.
- La emoción presente. Introducir el vocabulario emocional en el diálogo que establecemos con nuestros hijos cuando nos cuentan algún suceso importante que les haya ocurrido. Ayudarles a conectar con lo que han sentido, ayudarles a poner nombre a sus sentimientos y ayudarles a detectar por qué se han sentido de un determinado modo y cuál ha sido el comportamiento derivado de esa emoción. Las emociones también están presentes en “los deberes”. Estar alerta y detectar un posible bloqueo emocional es clave para ayudarles en su aprendizaje: el niño, algunas veces, no tiene dificultad con los conocimientos que adquiere, sino con lo que piensa y cree de sí mismo: su autoconcepto y su autoestima; ocurre con frecuencia que, ante un ejercicio matemático, si el niño siente que él no es capaz de resolverlo, porque ha interiorizado que a él se le dan fatal “las mates” y que son muy difíciles, se bloquea emocionalmente y establece él mismo una barrera para su aprendizaje.
¡qué útil es el diario de las emociones para conocerse y comprender a los demás! |
Diario emocional. Cuando los niños son
adolescentes podemos animarles a que empiecen un diario emocional; se
trata de que tomen nota de sus estados de ánimo, de las emociones que sienten,
si son agradables o desagradables, si les ayudan o dificultan… y que tomen
conciencia de cómo pueden modificar y reconducir una emoción que no les ayuda.
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29 de enero de 2014. 2 de 3
El siguiente paso es ayudar a nuestros
hijos a detectar cómo se sienten. Cuanto antes comencemos este camino con
ellos, mucho mejor. Es necesario enseñar a nuestros hijos a conectar con sí
mismos para que puedan comprender cómo se sienten. Cualquier situación de la
vida cotidiana es buena para practicar y desarrollar la conciencia emocional.
Es positivo que presten atención a sus emociones tanto si están contentos, como
tristes, enfadados, sorprendidos, tienen miedo, etc. Es momento entonces de
enseñarles a poner nombre a sus emociones.
HAY QUE SABER CÓMO Y POR QUÉ ME SIENTO ASÍ |
Una buena manera para llevarlo a cabo es a
través de nuestro ejemplo. Así, es importante que los padres verbalicen el
sentimiento cuando están contentos, enfadados, etc., para aportar y ampliar el
vocabulario emocional de sus hijos. Cuando los niños detectan cómo están, es
conveniente ayudarles a etiquetar esa emoción. Otro de los aspectos
importantes relacionado con la
conciencia emocional es trabajar con ellos la causa que les ha originado la
emoción, encontrar la mejor forma de expresarla e identificar los gestos
relacionados con cada una de las emociones.
Conviene destacar que todas las emociones
son legítimas y por lo tanto es necesario aceptarlas. Ahora bien, a pesar de la
legitimidad de las emociones, el comportamiento automático que se deriva de
algunas de ellas (como la respuesta de atacar
asociada a la ira) no es siempre adecuada. La impulsividad puede ser un
peligro. Es importante que nuestros hijos puedan aprender, por ejemplo, la
diferencia entre estar enfadado ( es totalmente legitimo) y pegar a mi amigo
por el hecho de sentir esta emoción (impulsividad). Estar enfadado es legítimo;
lo que no es legitimo ni aceptable es pegar a alguien como consecuencia de un
enfado.
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23 de enero de 2014. 1 de 3
Comenzamos este apartado con información útil para las familias, y lo hacemos con las EMOCIONES.
¿cómo me siento? |
1. ¿Qué
son las emociones?
La emoción es aquello que nos mueve y nos empuja a vivir, a querer estar vivos en interacción constante con el mundo y con nosotros mismos, además las emociones son un lenguaje en sí mismas, a través del cual se puede facilitar o entorpecer la transmisión de conocimientos, siendo la base fundamental del propio proceso de razonamiento, la toma de decisiones, la curiosidad y la atención, el cerebro emocional es el que guía, da luz e ilumina a cualquier edad, todos los planes y decisiones que tomamos en nuestra vida.
Inteligencia
emocional en familia
Si hay un entorno donde es
imprescindible que se dé el desarrollo de competencias emocionales, este es el
de la familia. Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos hacen
necesario que unos y otros puedan aprender a ser emocionalmente inteligentes
con el objetivo de conseguir vivir todos con mayor bienestar.
Para aquellos adultos que no hemos
tenido la suerte de conectar con nuestras emociones para gestionarlas de forma
adecuada se podría empezar trabajando la conciencia emocional a través de las
siguientes preguntas:
· ¿Cómo
me siento?
· ¿Por
qué me siento así?
· ¿Cómo
estoy manifestando lo que estoy sintiendo?
· ¿Esta emoción, me ayuda en la situación y
momento actual? ¿Qué estrategia puedo aplicar para mantenerla? O bien, ¿Qué
puedo hacer para cambiarla y sentirme mejor?
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